Lomito guardián de Chichén Itzá cruza el arcoíris de los perritos
“Todos tenemos una misión y enseñanza que dejar en esta vida; somos lecciones vivas para otros. Duke terminó su misión y enseñanza. Siempre lo recordaré como un excelente guardián, alegre, juguetón…que aún ya viejito le gustaba como si fuera siempre un cachorrito”, fueron las palabras de despedida para uno de los lomitos más viejitos de la zona arqueológica.
Así se despidió a Duke, tenía 14 años y desde cachorrito fue guardián de la zona arqueológica de Chichén Itzá.
Descansa Duke…
Fotos: José Keb