Mérida lleva como sobrenombre “La Ciudad Blanca”, pero por un tiempo también fue conocida con otro apodo bastantea peculiar, “La Ciudad de Las Veletas”.

Este provino de los miles de molinos de vientos que se alzaban sobre la capital yucateca y cuyo auge inició el 30 de marzo de 1880, cuando se instaló la primera veleta.

Fue en la Villa de la Familia Crasseman, o “de los alemanes” donde giraron las aspas de hierro sobre la torre del mismo material.

30 años después existían más de 20 mil de estos equipos esparcidos por toda Mérida, una ciudad con apenas 62 mil habitantes.

“Por la abundancia de veletas o molinos de viento, Mérida ha sido comparada a un prado de margaritas: “la ciudad de las veletas”, se leían en algunas publicaciones.

Estos equipos están destinados a la extracción de agua y actualmente han desaparecido casi por completo del paisaje meridano, aunque aún se pueden observar algunos como muestra de lo que alguna vez fue “La Ciudad de las Veletas”.

Fotos: lasminasyaceros.com