La sangre de San Genaro vuelve a licuarse en Nápoles
Los fieles de la ciudad de Nápoles (Italia) experimentaron un profundo alivio al presenciar en la licuefacción de la sangre de San Genaro, el milagro que mantuvo en vilo a la ciudad durante la jornada del 16 de diciembre.
El hecho extraordinario, que no ocurrió por la mañana como suele ser habitual, sucedió finalmente a las 5:40 p.m. (hora local) en la Catedral de Nápoles.
El milagro consiste en que la masa de sangre adherida a un lado de la ampolla se convierte en sangre completamente líquida, llegando a cubrir todo el vidrio.
Este suceso extraordinario se produce desde el año 1389 en tres ocasiones: Cada 19 de septiembre, en la festividad del santo; el 16 de diciembre, aniversario de su intervención para evitar los efectos de una erupción del volcán Vesubio en 1631; y el sábado anterior al primer domingo de mayo, en recuerdo del traslado de sus restos a Nápoles.
La Iglesia Católica considera que el milagro, sin explicación científica, sucede gracias a la dedicación y las oraciones de los fieles.
Con la exclamación “¡El milagro ha sucedido!”, los fieles se dirigen al altar para besar la reliquia y cantan el Te Deum en acción de gracias, después de que el Arzobispo de Nápoles, Cardenal Domenico Battaglia, haya recorrido el templo sosteniendo la reliquia.