Un acto de amor propio se convirtió en la peor tragedia de su vida. Cuidar sus manos y uñas le provocó a Jayne Sharp, una mujer residente de Knoxville, Estados Unidos, estar a punto de morir luego de que una peligrosa bacteria come carne ingresara en su organismo.

La víctima acudió a realizarse un manicure en la estética Jazzy Nail Bar, donde sufrió una pequeña herida en el pulgar que más tarde se volvió en el motivo de varias cirugías y el riesgo de perder la vida. Ese mismo día, el dedo comenzó a hincharse y Jayne experimentó fiebre.

Como pensó que tenía gripe, decidió dormir para descansar un poco. Sin embargo, para cuando despertó su dedo ya tenía un aspecto preocupante: estaba rojo y parecía que alguien le había arrancado la piel. En ese momento corrió a emergencias y el médico le comentó sobre su preocupación de que perdiera la mano o hasta todo el brazo.

De acuerdo con su explicación, una bacteria come carne de nombre fascitis necrotizante se introdujo debajo de los tejidos blandos y luego en el torrente sanguíneo. Y aunque el especialista no ha presenciado muchos casos como este, afirma que podría ocurrir en cualquier lugar donde exista una herida de piel.

En el caso de Jayne, ella fue más susceptible debido a que es diabética y su sistema inmunológico más frágil. En consecuencia, tuvo que prescindir de su mano derecha durante un tiempo y perder una parte de su pulgar, aunque los doctores lograron salvar el resto de la mano.

Con información de sdpnoticias.com)