.- El video que logró grabar una cámara de vigilancia del condado de Kendall, en Miami,  impacta y no deja dudas. Patricia Ripley empuja a un lago a su hijo Alejandro de 9 años, y luego sale corriendo.

En las imágenes, grabadas desde un complejo de departamentos, se ve cuando la mujer llega caminando con un niño, al que lleva del brazo, el jueves 21 de mayo.

Luego, ella lo agarra y lo abraza para seguir juntos por la orilla de un lago ubicado al suroeste del condado de Miami. De pronto se detiene por unos segundos y lo empuja con fuerza al agua.

El pequeño cae al agua. La mujer sale corriendo y se aleja mientras mira para atrás. Pero la madre pareció arrepentirse y con la ayuda de un vecino, el menor pudo ser rescatado sano y salvo.

Katherine Fernández Rundle, fiscal del condado Miami-Dade, dijo que la víctima, al ser un niño con síndrome del espectro autista​ que no podía hablar, no pudo decirles a las personas que lo rescataron que fue su madre quien lo había empujado.

Una hora después de ese hecho, la madre llevó a su hijo Alejandro a otro lago, pero esta vez nadie pudo salvar al pequeño. Lamentablemente, en esta segunda ocasión Alejandro no pudo ser rescatado y el viernes murió ahogado.

Patricia Ripley, de 45 años, está detenida sin derecho a fianza bajo cargos de asesinato en primer grado. La acusada habría confesado la muerte de su hijo, según documentos judiciales.

La madre fue detenida el sábado, un día después de haber denunciado el supuesto secuestro de su hijo y de haber declarado al Departamento de Policía de Miami-Dade que dos hombres la habían interceptado, le habían pedido dinero y drogas y luego se habían llevado a su hijo.

Luego de su detención, la acusada confesó a la policía la muerte de su hijo y “declaró que él iba a estar en un mejor lugar”, según el recuento de la policía del condado Miami-Dade, consignado en documentos judiciales de la acusación.

(con información de carín.com)