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Madre es golpeada y asesinada frente a sus hijos por sus vecinos

Bertha Luz Salazar tenía 25 años, era madre de dos niños de siete y cinco años que estaban con ella el día de su asesinato. El viernes 2 de agosto a las 18 hrs. salió de la casa de su madre junto a sus pequeños, en la Colonia Buenavista en Iztapalapa, Ciudad de México. En el trayecto mandó mensajes a su esposo para informarle lo que haría de cenar y después llegó a la casa que rentaba, donde moriría de forma trágica minutos más tarde.

Comenzó a hacer limpieza en la vivienda y después sacó a lavar los trastes al área común, afuera del departamento donde se le acercó una mujer de nombre Ana “N”, quien era cuñada de Rosa, la dueña de la casa que Bertha rentaba y comenzó a discutir con ella por nimiedades de convivencia.

Las hijas y el esposo de Ana se metieron a la discusión que subió de tono y golpearon a Bertha entre todos, cuando la mujer sacó un cuchillo y comenzó a apuñalar a la joven madre mientras los demás la agarraban de los brazos.

Al escuchar los gritos los pequeños hijos de Bertha salieron y vieron toda la violenta escena donde golpeaban y apuñalaban a su madre, intentaron intervenir pero los mayores los aventaron mientras suplicaban que la dejaran de golpear.

La pequeña hija de Bertha tomó el celular de su madre e intentó enviar un mensaje de voz por Whats app a su papá para que regresara a casa de urgencia, pero el mensaje no salió, ya no tenía saldo, sin embargo las graves heridas de la mujer ya eran mortales.

El hijo de Rosa de 10 años, quien era amigo de los niños, hijos de  la víctima, también presenció la terrible escena y de forma instintiva corrió a avisar a la madre de Bertha que vivía a unas pocas calles de ahí, con la esperanza de salvarle la vida.

Cuando su madre llegó pidió ayuda a vecinos para llevarla de emergencia al hospital, donde ya no llegó con vida. Tenía un corte largo en el ante brazo derecho y otro profundo desde el abdomen hasta un costado de la espalda y varias puñaladas más en el centro del estómago, fueron las que acabaron su vida.

Los pequeños niños, hijos de Bertha, relataron que no conformes con golpearla y apuñalarla el esposo de Ana aplastó varias veces el vientre de su madre cuando ya se encontraba agonizando en el piso, lo que provocó que perdiera mucha sangre más rápido y su muerte fuera inevitable.

Por su parte el papá de Bertha aseguró al portal SinEmbargo que la investigación del crimen cuenta con varias irregularidades, y que “pese a todas las pruebas” aún no se ha librado la orden de aprehensión contra los cincos sospechosos.

(Con Información de infobae.com)