Mercurio, Júpiter y Saturno se alinearán con la Luna en marzo
La llegada de marzo anuncia el cambio de estación, ya que si bien estábamos acostumbrados a las ráfagas frías del aire invernal, la primavera traerá consigo el aumento de las temperaturas. Los días soleados llegarán acompañados por una serie de fenómenos que se avistarán en el cielo, entre los que se destacan una Luna Nueva, otra Llena y la elongación cuádruple de tres planetas con el satélite natural de nuestro Sistema Solar.
El término astronómico “elongación” se refiere a un fenómeno visual, apreciado desde la Tierra, en el que la distancia entre el Sol y un planeta crean un ángulo, el cual tiende a variar dependiendo de las características del cuerpo celeste.
En esta ocasión, Mercurio, calificado como un planeta interior por su gran cercanía al gran astro, alcanzará su valor máximo angular antes del amanecer, a las 03:48 horas de la Ciudad de México (CDMX), lo que lo convierte en un fenómeno de elongación oeste u occidental.
Comúnmente, el planeta más cercano al Sistema Solar logra un ángulo entre los 18° hasta los 28°. El 6 de marzo logrará una figura de 27.3° al oeste solar y brillará con una magnitud oscilante de tan sólo 0.1%. Su falta de luminosidad tiene que ver con que la brillantez del Sol la opaca, por lo que será visible sólo en algunos momentos. Estos sucederán cuando Mercurio alcance su mayor separación con la estrella.
De acuerdo con los astrónomos, este suceso acontece entre cada tres a cuatro meses, alternando su hora de aparición, ya que cuando se encuentra en elongación oeste, se presenta antes de las horas matutinas, mientras que un distanciamiento este, se hace presente después de la puesta de Sol.
Este avistamiento, considerado como uno de los eventos astronómicos imperdibles durante el 2021, consistirá en el encuentro de Mercurio, Júpiter y Saturno con la Luna.
La tríada de planetas se alienarán de manera casi perfecta, mientras que el gran satélite natural enmarcará este encuentro con su resplandor, al encontrarse en una fase en la que su porción luminosa será de hasta 12.5%. Estos eventos podrán observarse entre las 16:58, 09:37 y 19:02 horas de los días 9 y 10 de marzo.
Desde la visión terrestre, cada uno de los tres cuerpos celestes será percibido como puntos brillantes, siendo Júpiter el más potente, seguido por la luminosidad de Saturno y Mercurio como el indicador más débil de luz. Sin embargo, esto no impedirá que todos ellos sean apreciables sin la necesidad de una herramienta de asistencia óptica, como binoculares o un telescopio.
La Luna Nueva es una de las cuatro fases por las que atraviesa el satélite natural mensualmente. Esta sucede habitualmente a mitades de mes, por lo que el próximo 13 de marzo a las 04:22 horas apreciaremos cómo desaparece frente a nosotros -su brillantez será del 0%-, pues su lado luminoso será ocultado, cuando el satélite natural se coloque entra la Tierra y el Sol.
De acuerdo con los expertos, esta noche propiciará la apreciación de rastros de estrellas, pues el cielo nocturno estará limpio de cualquier luz que atenúe la presencia de estos, por lo que recomendaron prestar suma presencia y preparar las cámaras fotográficas, pues sólo a mediados de mes puede capturarse esta escena tan particular del firmamento.
Este evento sucederá a las 12:38 horas del 19 de marzo, en el momento que, Marte se colocará a 2.1° del norte lunar. Se le llama conjunción cuando dos astros se ubican en una misma longitud, y el espectador está colocado en un punto medio, en este caso ese punto a la mitad del camino es el planeta Tierra. En este contexto, podemos entender que el Planeta Rojo se aproximará a la Luna, durante el 32.6% de su fase, y alcanzará su punto máximo durante el mediodía.
Este año, el equinoccio se producirá a las 21:50 horas del 20 de marzo, clausurando la etapa invernal e inaugurando la llegada de la primera estación del año. El fenómeno acontece mientras que el Sol se ubica, desde el este, bajo el ecuador celeste y termina por ponerse en el lado oeste, produciendo que su luz se potencie visiblemente. Del mismo modo, el día y la noche de este fecha tendrán la misma duración, a excepción de los territorios ubicados en los polos.
A este respecto, podemos comprender el origen de su término, pues la palabra “equinoccio” proviene del latín “aequinoctium”, cuyo significado quiere decir: noche igual. Además, esta época del año se caracteriza por el florecimiento de los sembradíos, el aumento de las temperaturas y la prolongación de los días.
Venus, es uno de los dos planetas -junto con Mercurio-, que pertenece a los cuerpos interiores de la órbita terrestre. Este ejecutará el fenómeno de elongación al separarse hasta el mayor de sus limites del Sol, alcanzando hasta un distanciamiento de 45° a 47°.
En este momento, el “gemelo de la Tierra”, como también es llamado por su tamaño similar al de nuestro planeta, alcanzará un ángulo de 46.6° y que podremos visualizar a las 01:30 horas del 24 de marzo, ya que será el instante en que Venus aparezca en el firmamento como el tercer objeto más brillante, sólo por debajo del Sol y la Luna.
Como cada mes, la Luna cierra su ciclo mediante su fase más magnánima. El 28 de marzo seremos testigos del “plenilunio”, como también se ha dado a conocer a este evento, característico por la colocación de la Tierra, entre el Sol y la Luna. En este instante, la luminosidad lunar alcanzará su mayor esplendor con un ángulo de 180° y una iluminación de 100%, desde su hemisferio visible. La hora perfecta para apreciarlo será a las 12:49 hrs.
Debido al cambio de estación es que en este mes se le suele llamar Luna de Gusano.
Fuente: El Universal