Dante Biazetti (33) salió de su casa con sus dos hijos, un nene de 7 años y una nena de 2, y los subió a su camioneta. Había vuelto a discutir con su esposa, la policía Magalí Marisel Hernández (31). Enseguida quiso volver para tratar de recomponer las cosas con ella, pero la mujer no sólo le impidió ingresar, sino que le disparó desde la ventana con su arma reglamentaria y lo mató.

Todo sucedió el martes al mediodía en la localidad neuquina de Plaza Huincul, donde todavía persiste la conmoción por el crimen de Luciano Fuente (8), un nene que estaba jugando a la pelota en la calle, en Cutral Co, y fue asesinado de un disparo en la cabeza al quedar en medio de un tiroteo entre bandas narco.

Biazetti trabajaba como maquinista para empresas petroleras y Hernández se desempeñaba como cabo de la Policía de Neuquén. “Hace un par de años ella también le había disparado, pero no llegó a pegarle. Era muy celosa y alejó a Dante de toda nuestra familia”, le dijo a Clarín una hermana de la víctima, Vanesa (35).

Según contó la mujer, “por culpa de Marisel también estaba distanciado de mi mamá”. Además, relató que “ella tenía la costumbre de insultarlo delante de los nenes” y “él nunca la agredió”.

Tras el crimen, la agente quedó detenida e internada en un hospital de Plaza Huincul.

“Pedimos justicia, que se aclare, que a ella no la suelten. Él era trabajador, siempre dio la vida por sus hijos, se criaron más con mi hermano porque ella hacía adicionales”, manifestó Vanesa mientras esperaba que les entregaran el cuerpo, que presentaba un balazo en el cuello, en Neuquén.

Una fuente de la investigación señaló al diario La Mañana cómo fue el asesinato: “Él salió de la casa y cuando quiso volver a entrar ella le dijo que no. Ahí comenzaron a discutir y ella le disparó por la ventana”.

El hecho es investigado por la fiscal Gabriela Macaya, quien indagará a la sospechosa en las próximas horas.

(Con información de clarín.com)