La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo dejó en claro que la intención de su Gobierno es que siga el T-MEC, en respuesta a las declaraciones realizadas en la previa por el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

En la conferencia matutina de Palacio Nacional, Sheinbaum Pardo dejó en claro que el tratado comercial entre Canadá, Estados Unidos y México permite que las economías de los tres países crezcan y se produzca bienestar.

“Nuestra decisión e intención se conoce (…) El tratado es muy bueno para los tres países, es muy bueno para Canada, es muy bueno para EE.UU. y es muy bueno para México, lo dije desde que entré al Gobierno”, argumentó.

“En Norteamérica este tratado hace que nos complementemos, que nuestras economías crezcan, tengan desarrollo y bienestar que finalmente es el objetivo que planteamos, lo platique con el primer ministro de Canadá”, destacó.

Él (Trudeau) sabe que nuestra intención es que siga el tratado, y lo importante es que en EE.UU., en Canadá y en México tengamos todos la misma información de las ventajas que tiene el tratado”, puntualizó la mandataria mexicana.

Canadá no rechazó la idea de un futuro acuerdo comercial con Estados Unidos que excluya a México, aunque en estos momentos prefiere el actual tratado trilateral, declaró el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

“Hay preocupaciones reales y genuinas sobre las inversiones chinas en México, que planteé de forma directa con la presidenta mexicana (Claudia Sheinbaum, durante la cumbre del G20 en Brasil) y que los tres países van a tener que resolver”, declaró en una rueda de prensa.

“Estamos dejando la puerta abierta porque mi trabajo es y siempre será defender a los trabajadores canadienses, defender la economía canadiense, defender los intereses canadienses”, añadió.

La idea de expulsar a México del T-MEC fue lanzada inicialmente por Doug Ford, jefe de Gobierno de la provincia de Ontario, la más industrial de Canadá y donde se concentra todo el sector del automóvil en el país, que recriminó a las autoridades mexicanas no imponer los mismos aranceles que EE.UU. y Canadá han anunciado a los vehículos chinos.

Con información de López-Dóriga Digital